Pasa el tiempo,cumplimos años,soplamos velas y ya nos creemos mayores.Como si tachar dias de un calendario nos hiciera responsables y maduros.No es así,somos nosotros quienes nos obligamos a cambiar año tras año y olvidamos esas pequeñas cosas de críos que forman parte de lo que somos.Y un día,mientras te tomas un cafe te das cuenta de lo distinto que eres,casi un extraño.
     
   El estrés,la rutina y las responsabilidades se acumulan y,a veces,parece que se te van a caer encima,pero recuperar aquello que años atrás te hacía feliz puede ser la clave.Leer un buen libro,escribir poesía,escaparte del mundo un rato y olvidarte de todos.Cualquier excusa es buena para sonreír,una vez alguien me dijo que la vida se escapa en un suspiro,por eso es importante vivir los momentos que te dejan sin respiración.Un beso inesperado,un te quiero que oyes por primera vez,una carrera por la playa,una montaña rusa,una carcajada improvisada.Lo importante no es el cómo,el dónde ni el porqué,lo que realmente importa es lo que te hace sentir.Madurar solo es descubrir qué es lo mejor para ti.
      
   Nos hacemos los viejos, sí es así,con el tiempo dejamos de hacer locuras,y nos guiamos por 'hacer lo correcto' como si de repente nos importara lo que está bien y mal,que nos puedan juzgar,encasillar.Te das cuenta de que ya no te gustan las mismas cosas,y has dejado de hacer otras que te encantan,las fiestas ya no son tan divertidas y emborracharte cada fin de semana es rídiculo,comprarte caprichos sale caro,y tus amigos de toda la vida parecen extraños.Cambias los tacones de aguja por algo más cómodo, los vestidos ajustados por algo más elegante,y los botellones por unas cervezas con amigos.Es verdad,estamos cambiando,y tal vez sea para bien,pero de vez en cuando es bueno dejar de tener los pies en el suelo y creer que aún puedes volar.Hacer lo que te gusta sin importar lo que piensen los demás.